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La subida de la luz se debe al gran aumento de la demanda por las bajas temperaturas y al mayor uso de gasoil y carbón para la producción de electricidad, en detrimento de energías renovables procedentes del sol o el viento, con mayor escasez por las condiciones climatológicas adversas, pero más baratas y sostenibles.
Este incremento afecta a aquellos hogares con tarifa indexada, con un funcionamiento regulado por el mercado mayorista de electricidad –similar a la Bolsa- y con cuantías diferentes cada hora, que hará aún más difícil la ‘cuesta de enero’ para estas familias, que engloban a 11 millones de personas en España. Según Facua, el recibo de la luz para un hogar estándar rebasaría los 80 euros al mes, frente a los 67 euros mensuales de media.
Para conocer qué tipo de tarifa eléctrica tenemos, debemos comprobar en la factura de la luz los datos del contrato. Si aparece ‘tarifa PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor’) o ‘tarifa regulada’, entonces nos afectará la subida de la luz.
Ante esta situación hemos elaborado de la mano de nuestra división GREEN, una guía con las claves para ahorrar en la factura de la electricidad, sin importar la tipología de tarifa contratada, y así ayudar a paliar la ‘cuesta de enero’ de este 2021.
Debemos aprovechar al máximo todas las horas de sol con las cortinas y persianas abiertas para que entre la luz natural. Y, por supuesto, apagar siempre la luz si no se está utilizando o no es estrictamente necesaria.
La tipología de bombillas repercute notablemente en la factura de la luz. Apostar por las de LED en lugar de incandescentes nos podrá ahorrar más del 80%, pues necesitan mucha menos energía para su funcionamiento y la cantidad de luz que dan es la misma. Además, duran mucho más: de media 9 años, frente al año y medio de las bombillas tradicionales. Igualmente, las bombillas LED son más eficientes y suponen un mayor ahorro que las de tipo halógenas o de bajo consumo.
También podemos reducir el número de bombillas por estancias, ya que en muchas ocasiones una lámpara tiene más de las necesarias o hay dos focos de luz muy seguidos. Se pueden eliminar algunas de estas bombillas o, en lugar de dos, utilizar una sola pero más potente, que consume menos.
Recomendamos cargar la batería al completo y en modo avión, no dejar los aparatos eléctricos en modo stand by para reducir así un 10% al año en la factura o sustituir pantallas normales por LCD para ahorrar hasta un 37% de energía son algunos trucos de ahorro en el uso de dispositivos electrónicos.
Normalmente contratamos más la potencia eléctrica que la que necesitamos consumir y esto conlleva que paguemos un coste superior al que realmente necesitamos. Por tanto, es recomendable revisar la potencia de electricidad que tenemos contratada, es decir el número de aparatos que se pueden tener enchufados al mismo tiempo sin que salte la luz. ¿Cómo? Sumando el gasto de todos los aparatos eléctricos del hogar y a partir de esta suma contratar la potencia necesaria. La calefacción eléctrica tira mucho de la luz y necesita entre 1.000 – 2.000W de potencia, aunque si es calefacción de bajo consumo, baja a 400-800W. El horno, la lavadora y el lavavajillas son los electrodomésticos que más potencia necesitan, con 1.200–2.200W, 1.500W y 2.200W, respectivamente.
tanto para hogares con tarifa regulada o PVPC como para los que ajustan su factura eléctrica según el mercado libre, podemos contar con las ventajas de discriminación horaria. Para ello debemos de concentrar una gran parte del consumo eléctrico (al menos el 30%) en una franja horaria que va de las 22h hasta las 12h todo el año y desde las 23h a las 13h en verano. Estas serían, por tanto, las mejores horas para que pongamos la lavadora o el lavavajillas, cocinemos o carguemos los dispositivos electrónicos, y evitar las horas normalmente más caras (14-17h y 21-22h). En los hogares con tarifa PVPC, es mejor concentrar el consumo eléctrico el fin de semana, que suele ser más económico.
A mayor número de grados, más gasto de calefacción. De media, por cada grado menos se ahorra entre un 7-11% de la energía. La temperatura ideal está en torno a los 19-21 grados y se recomienda no sobrepasar los 16º por la noche. Además, es recomendable el uso de termostatos automáticos de regulación de temperatura, así como vestir en casa con ropa acorde al invierno y no tener encendidos los radiadores de estancias que no se utilicen habitualmente.
Estos aparatos conllevan un importante gasto en la factura eléctrica y con pequeños trucos podemos reducirlos:
La situación climatológica y la pandemia nos hacen pasar mucho más tiempo del habitual en casa, lo que repercutirá en el gasto doméstico. Por tanto, si incorporamos estos trucos podremos reducir la factura eléctrica, haremos más llevadera la ‘cuesta de enero’ y contribuiremos a la sostenibilidad y eficiencia energética para también beneficiar al planeta.
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